miércoles, 15 de abril de 2009

Levitar


... Me volví todo sentimiento,
eché a volar,
deje de tocar el suelo ...

miércoles, 1 de abril de 2009

Ángel etílico


Nunca creí que me hiciera tanto bien escribir aquí, sin medida ni prudencia. Como estampar mi alma en la pared y contemplar el dibujo que dejan sus restos. Me gustaría saber mi grado de alcohol en alma en este momento, si eso se puede medir. Si no por lo menos el de mis suspiros. Las teclas se escapan de mis dedos y mi mente vuela alto. Salto por el salón con la música atronando, nadie me oye. El cantante grita desesperadamente que necesito alguien que me salve. Cuanta razón tiene.
O quizá lo tengo ya, ese ángel de la guarda que provocó en noviembre que tuviera un accidente que le hizo huir con la cabeza entre las piernas. Después cuando vio que me fijaba en el siguiente y se parecía a quien no debía, lo hizo tímido en extremo para no volver a querer quedar conmigo. Después dejo que otro se metiera hasta la campanilla de mi vida, para luego decirme que no podía ser, que no era más que nada. Ahora lo has hecho bien, no más del primer día. Al siguiente ya me llevaste ver la verdad. Me pregunto como lo haces, si les insuflas la idea de olvidarme o me proteges, manejándome a mí. Será que sufres cuando sufro, tan difícil es explicar quiero que me cuide otro mas, aparte de ti.
La música insiste… necesitas alguien que te salve, no quiero perderte, alguien que te salve...
Cuanta razón tiene.

viernes, 27 de marzo de 2009

Jodidas Mariposas.


Si, las he vuelto a sentir, picajosas y voraces en el estomago. Revolotean una y otra vez, sobre todo si te veo de lejos. Creí que nunca volverían desterradas para siempre, y resulto que tenían que ser contigo. Con quien menos debería. Pero tú me dices lo que quiero oír y lo dices bonito. Aunque crea que no debo creerme lo que dices. No puedo evitarlo ahí están. Cada vez que veo si hay mensajes tuyos y los encuentro, si me cruzo con tu coche, si te veo en la barra del bar de lejos. Pero no quiero. Temo que la próxima vez, si llega a existir, que me ría delante tuya escapen de mi boca a miles y las veas en bandadas volar sobre tu cabeza, me delataran, me sentiré vendida. Y tú mantienes esa distancia venenosa, que rabia a mis intrusas. Cuando creo que te alejas definitivamente dices la palabra exacta que te mantiene y no te compromete. Debería olvidarte, pasar, beber acido y ahogarlas. Pero las echaba de menos. Tus palabras las emborrachan, las vuelven locas, me torturan a ratos. Esta noche pienso dormir, y dormir con la boca abierta. Confiadas saldrán a dar una vuelta, entonces soltare a los pájaros de mi cabeza para que las devoren completas.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Sinceridad, verdad y demás mentiras.

En más de una ocasión he escuchado decir a alguien orgullosamente, “soy muy sincero, siempre digo la verdad”, “siempre digo las cosas como son”, “solo digo la verdad y lo justo” y me echo a temblar.
El hecho de ser sincero, no implica que se este en posesión de la verdad. La sinceridad consiste en decir lo que realmente se piensa y siente. Que lo que se piense sea verdad o no, ya es otro cantar. Por cada forma de ver la vida hay una verdad y muchas veces son validas más de una verdad. Si nos metemos con la justicia todavía es peor cada cual tiene su sentido de la justicia, sus limites morales. Con lo que juzgar que algo sea justo o no, es muy complicado.
Todo esto, porque me repatea y revuelve por dentro, cada vez que alguien cree que posee la verdad absoluta, por decir lo que piensa. Por el hecho de decir sin tapujos lo que piensa muchas veces de manera hiriente, no se esta en la verdad y menos se es justo.
Ser sincero esta muy bien, implica coherencia en la forma de vivir como se piensa. Pero jamás puede sustituir a molestarse en saber si se tiene o no razón.
Ser sincero esta muy bien, pero no significa que seas justo.
Ser sincero esta muy bien, pero no significa que tengas razón.

No leer

Porque precisamente queremos hacer lo que nos prohiben.
Porque necesitaba otro espacio.
Porque tengo mas de una manera de pensar.
Porque necesitaba escribirlo.
No lo pienses,
no lo hagas,
no lo escuches,
no lo veas,
no lo sientas,
no lo ingieras,
no lo toques,
no lo leas...